Hace más de 2.000 años o incluso antes, los pueblos antiguos habían comenzado a utilizar la luz solar para tratar enfermedades.
No fue hasta finales de la década de 1980 que la terapia con luz LED se hizo ampliamente conocida, porque los científicos de la NASA (NASA) descubrieron accidentalmente que las luces LED que usaban para cultivar plantas podían promover la recuperación de sus heridas.
Como resultado, la luz LED floreció gradualmente en las industrias médica y de belleza. En los últimos años, los dispositivos LED de belleza para el hogar también se han vuelto populares. Algunos productos son luz de una sola longitud de onda y otros son de longitud de onda múltiple. Los más comunes son la luz azul, la luz roja y la luz infrarroja cercana.
La luz con diferentes longitudes de onda y parámetros energéticos tiene diferentes profundidades de acción, y luego la energía de la luz es absorbida y utilizada por los grupos absorbentes correspondientes en la piel.
La luz azul actúa principalmente sobre la superficie de la piel y puede ser absorbida por las porfirinas metabolizadas por Propionibacterium acnes, produciendo una gran cantidad de especies reactivas de oxígeno, consiguiendo así un efecto antibacteriano.
Por ello, la luz azul se utiliza principalmente como tratamiento auxiliar para el acné.
La luz roja y la luz infrarroja cercana pueden irradiarse profundamente en la piel y ser absorbidas por la citocromo C oxidasa en las mitocondrias celulares, promoviendo la actividad enzimática y aumentando la producción de la sustancia energética ATP, activando así el crecimiento de fibroblastos y aumentando la síntesis de colágeno.
También pueden ser absorbidos por la hemoglobina en la sangre y promover la liberación de óxido nítrico (NO) de la hemoglobina. El óxido nítrico (NO) libre puede promover la dilatación capilar, mejorar la circulación sanguínea local, reducir la inflamación, la analgesia y promover la regeneración de tejidos.
Por lo tanto, la luz roja y la luz infrarroja cercana se utilizan principalmente para mejorar las arrugas y la elasticidad de la piel, y también pueden hacer crecer el cabello. El infrarrojo cercano también tiene el efecto de reducir la pigmentación.
La evidencia de la investigación para otras longitudes de onda de luz es débil y no se presentará en detalle. En definitiva, si necesitas eliminar el acné, elige luz azul, y si necesitas antienvejecimiento, elige luz roja.